El moquillo canino es una enfermedad vírica muy contagiosa causada por el virus del moquillo canino (VDC), miembro del género Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae. El VDC afecta principalmente a los perros, pero también puede infectar a otros carnívoros. La presentación clínica del moquillo canino es variable y suele incluir síntomas respiratorios, gastrointestinales y del sistema nervioso. Dada la diversidad de sus manifestaciones, el diagnóstico diferencial del moquillo canino requiere una cuidadosa consideración de las enfermedades con características clínicas coincidentes. A continuación, exploramos las principales afecciones a tener en cuenta durante el diagnóstico diferencial, haciendo hincapié en sus distinciones de CDV.
1. Infección por parvovirus canino (CPV)
Similitudes:
- Tanto el CPV como el CDV pueden causar síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea.
- Ambas enfermedades son muy contagiosas y afectan sobre todo a los cachorros no vacunados.
Diferencias clave:
- Patógeno: El CPV está causado por un parvovirus, no por un morbilivirus.
- Gravedad gastrointestinal: El CPV suele causar una diarrea hemorrágica grave con un olor fétido característico, mientras que la diarrea en el CDV es menos probable que sea hemorrágica.
- Síntomas sistémicos: La CDV presenta signos multisistémicos, incluidos síntomas respiratorios y neurológicos, mientras que la CPV afecta principalmente al tracto gastrointestinal y la médula ósea.
- Pruebas diagnósticas: El CPV puede confirmarse con una prueba rápida de antígeno fecal, mientras que la detección del CDV suele requerir pruebas de inmunofluorescencia o PCR.
2. Hepatitis infecciosa canina (HIC)
Similitudes:
- Tanto la HIC como el VDC pueden causar fiebre, letargo y síntomas gastrointestinales.
- Ambas enfermedades pueden cursar con anomalías oculares.
Diferencias clave:
- Patógeno: Está causada por el adenovirus canino de tipo 1 (CAV-1).
- Síntomas específicos: La HIC se asocia al "ojo azul" (edema corneal), un síntoma que no es típico de la VCD.
- Afectación hepática: La HIC implica con frecuencia una disfunción hepática aguda, que se manifiesta como ictericia, elevación de las enzimas hepáticas y coagulopatía, que son menos frecuentes en la VCD.
- Pruebas diagnósticas: La HIC se diagnostica mediante serología o PCR para CAV-1.
3. Infección por el virus de la gripe canina (VCI)
Similitudes:
- Tanto el CIV como el CDV pueden causar síntomas respiratorios, como tos, secreción nasal y fiebre.
- Ambas se transmiten a través de las secreciones respiratorias.
Diferencias clave:
- Patógeno: La CIV está causada por un virus de la gripe, no por un morbilivirus.
- Enfoque respiratorio: El CIV afecta principalmente a las vías respiratorias, mientras que el CDV suele afectar a los sistemas gastrointestinal y nervioso.
- Curso de enfermedades: En general, la CIV tiene un curso más corto y menos variable que la CDV.
- Pruebas diagnósticas: El CIV puede detectarse mediante pruebas rápidas de antígenos, como la prueba rápida de antígenos del virus de la gripe canina desarrollada por Antigenne.
4. Infección por Bordetella bronchiseptica (tos de las perreras)
Similitudes:
- Tanto la tos de las perreras como el CDV pueden presentarse con tos, secreción nasal y letargo.
- Ambas enfermedades son frecuentes en perros con antecedentes de exposición a entornos hacinados, como perreras o refugios.
Diferencias clave:
- Patógeno: La Bordetella bronchiseptica es un patógeno bacteriano que suele formar parte del complejo de enfermedades respiratorias infecciosas caninas (CIRDC).
- Implicación sistémica: La CDV implica signos sistémicos como síntomas neurológicos, que están ausentes en las infecciones por Bordetella no complicadas.
- Gravedad: La tos de las perreras suele ser leve y autolimitada, mientras que la CDV puede evolucionar a fases potencialmente mortales.
- Pruebas diagnósticas: La Bordetella puede identificarse mediante cultivos bacterianos o PCR, mientras que el CDV requiere métodos de detección vírica.
5. Trastornos neurológicos
Similitudes:
- La CDV suele presentarse con síntomas neurológicos como convulsiones, ataxia y mioclonías, que pueden simular otras afecciones neurológicas.
Diferencias clave:
- Epilepsia: La epilepsia idiopática es una enfermedad genética caracterizada por convulsiones recurrentes pero que carece de los signos sistémicos observados en la CDV.
- Meningoencefalitis: Las enfermedades inflamatorias como la meningoencefalitis granulomatosa (EMG) pueden causar signos neurológicos similares, pero no son contagiosas y tienen características histopatológicas distintas.
- Pruebas diagnósticas: Las imágenes neurológicas (IRM o TC) y el análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR) pueden ayudar a diferenciar estas afecciones de la CDV.
6. Leptospirosis
Similitudes:
- Ambas enfermedades pueden causar fiebre, letargo y signos gastrointestinales.
Diferencias clave:
- Patógeno: La leptospirosis está causada por la bacteria Leptospira.
- Afectación renal y hepática: La leptospirosis suele provocar lesiones renales agudas y disfunción hepática, que son menos frecuentes en la CDV.
- Potencial zoonótico: La leptospirosis es zoonótica, mientras que el CDV no lo es.
- Pruebas diagnósticas: La leptospirosis se diagnostica mediante pruebas serológicas (MAT) o PCR.
7. Rabia
Similitudes:
- Tanto la rabia como el VDC pueden causar síntomas neurológicos, como cambios de comportamiento, ataxia y convulsiones.
Diferencias clave:
- Patógeno: La rabia está causada por un lisavirus.
- Transmisión: La rabia se transmite por la saliva a través de las mordeduras, mientras que el VDC se propaga a través de las secreciones respiratorias y las excreciones.
- Fatalidad: La rabia es casi siempre mortal una vez que aparecen los síntomas, mientras que el VDC tiene un pronóstico variable.
- Historial de vacunación: Es muy poco probable que los perros vacunados contra la rabia contraigan la enfermedad.
- Pruebas diagnósticas: El diagnóstico de la rabia suele requerir un examen post mortem del tejido cerebral, mientras que el del CDV puede diagnosticarse antemortem.
Enfoque diagnóstico
El diagnóstico preciso del moquillo canino entre estas diferencias implica una combinación de evaluación clínica, anamnesis y pruebas diagnósticas:
- Evaluación clínica: Obsérvese la afectación multisistémica, incluidos los signos respiratorios, gastrointestinales y neurológicos.
- Toma de Historia: Tenga en cuenta el estado de vacunación, el historial de exposición y la edad.
- Pruebas diagnósticas:
- Pruebas rápidas de antígenos: Útil para detectar antígenos CDV en secreciones.
- PCR: Confirma el CDV mediante la detección del ARN viral.
- Serología: Mide los anticuerpos específicos del CDV pero requiere muestras pareadas para confirmar la infección activa.
- Imagen y análisis de LCR: En los casos neurológicos, el diagnóstico por imagen y el análisis del LCR pueden proporcionar información adicional. diagnóstico pistas.
Conclusión
El diagnóstico diferencial del moquillo canino es amplio debido a sus diversas presentaciones clínicas. Afecciones como la infección por parvovirus, la hepatitis infecciosa canina, la gripe canina, la tos de las perreras, la leptospirosis, los trastornos neurológicos y la rabia pueden imitar aspectos del CDV. Un conocimiento profundo de las características únicas de cada enfermedad y de las pruebas de diagnóstico es esencial para un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz. La identificación precoz del CDV mediante diagnósticos avanzados, como las pruebas rápidas de antígenos, puede mejorar significativamente los resultados para los perros afectados.